Mejora el crecimiento
- La aplicación de cantidades más pequeñas de agua durante un período de tiempo más prolongado proporciona las condiciones ideales para el cultivo. El riego por goteo extiende los tiempos de riego de las plantas y previene la erosión del suelo y la escorrentía de nutrientes. Además, debido a que el flujo es continuo, el agua penetra profundamente en el suelo para llegar hasta la zona de las raíces.
Desalienta las malas hierbas
- El agua solo se entrega donde se necesita.
Ahorra tiempo
- No es necesario colocar ni mover los aspersores. Se puede agregar un temporizador al sistema para el riego automático.
Ayuda a controlar las enfermedades causadas por hongos, que crecen rápidamente en condiciones de humedad. Además, el follaje húmedo puede propagar enfermedades.
Adaptable
- Un sistema de riego por goteo se puede modificar fácilmente para adaptarse a las necesidades cambiantes de un jardín o césped.